La política comercial de la Unión Europea debe su eficacia a su estructura federal y a un concepto compartido por los Estados miembros. Europa es un actor importante en el comercio mundial y el primer exportador mundial de servicios. Pero el panorama del comercio mundial ha cambiado como resultado de la competencia de los países emergentes y de la desconfianza en las economías desarrolladas. La ruptura del multilateralismo afecta a Europa, que adopta un enfoque de las relaciones internacionales basado en normas. Ante los retos internacionales, y para convencer a los ciudadanos para las elecciones europeas, la Unión Europea debe reinventar su política comercial. A ello habrá que añadir una política social y una política industrial para mantener su posición de liderazgo en los mercados.